"... Se la oía a lo lejos,
entonando una cancioncilla de las de "niñas y combas"...
"al pasar la barca, me dijo el barquero, las niñas bonitas, no pagan dinero... "
En una mano, la mano de los ángeles,
llevaba el Goliat de los cazamariposas.
La muerte no viste de negro,
no porta una hoz y no suena a Réquiem.
Ya se acerca con pasos de saltimbanqui
por un decorado frondoso, escenario,
de Elfos y zarza-esconde-castillos-de-Rapunzeles.
Divertida por su primera experiencia en cazar belleza...
no se ha percatado, no sospecha nada,
no sabe, que hoy será... "el día que murieron las mariposas"
Resuenan resoplidos de revoloteos (flusssflussflussfluss),
mas cerca (FLUSSSFLUSSSFLUSSSFLUSSS)...
y en menos de un estornudo,
miles de mariposas colorean el aire con Picassos móviles,
como si un molino de viento las soplara.
Ella se paraliza asombrada, absorta, contagiada.
Las mariposas le abanican la falda, el pelo, las pestañas,
consiguiendo que flote, como flota una pompa soplada.
Pero antes de acabar de suspirar una oruga...
han parado las alas... se desploman al suelo...
... ahora reina el silencio de un ahorcado... uff, polvo de hada volcado.
La niña suelta aterrada el arma blanca con cara de asesina,
de un pálido culpable...
(su canario, un día, se murió de un susto,
viendo a su padre comer pollo frito).
Piensa:
"Pobres mariposas, tan frágiles e indefensas,
no han resistido ver la red,
de la impresión, les estalló el corazón".
Ahora su mirada busca una salida,
pero es imposible mover un pie, pisaría los cadáveres...
y desolada, sin saliva, queriendo huir del crimen,
las va recogiendo agachada, delicadamente una a una.
Solo sabe contar hasta cien, y cuenta cien veces cien,
abriendo camino a una escapada.
Aquella noche no abrió la boca al llegar a casa.
Le comió la lengua el gato...".
..."Mantequilla voladora".-
Traduce en un curso de Inglés Fácil para Mudos.
Zarandea la cabeza (zigszags, zigszags),
intentando enjuagar recuerdos de una infancia psicópata.
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