Donde mira María... allí.
El tiempo se escurrió en sus manos
como un reloj de arena volcado.
Se canso de querer cuando quedó vencida
Ahora sabe que no quiere nada,
solo usa prestado,
que su equipaje ya esta cerrado
y no quiere perder nada
en sus continuos naufragios.
En un banco, bajo un naranjo,
una tarde, un día cualquiera,
escribiendo sentimientos entre garabatos,
se cree valiente y sale a volar un rato.
Después, da igual de que manera,
deja de mirar y vuelve a su trabajo.
El tiempo se escurrió en sus manos
como un reloj de arena volcado.
Se canso de querer cuando quedó vencida
Ahora sabe que no quiere nada,
solo usa prestado,
que su equipaje ya esta cerrado
y no quiere perder nada
en sus continuos naufragios.
En un banco, bajo un naranjo,
una tarde, un día cualquiera,
escribiendo sentimientos entre garabatos,
se cree valiente y sale a volar un rato.
Después, da igual de que manera,
deja de mirar y vuelve a su trabajo.
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