Un corazón que se cae a pedazos,
virutas de paja anidan sus entrañas.
Pobre espantapájaros,
con ropas raídas,
con ojos cosidos que mojados...
resbalan gotas,
con dientes de ramas
que no dejan masticar la realidad.
Es el rey de las hectáreas,
con su corazón de paja,
con sus lágrimas cosidas
y su cara de calabaza