miércoles, 3 de julio de 2013

La vida sin pulgar

Había una vez en un lugar muy lejano en el que todos sus habitantes vivían sin pulgar
Era el país de los amigos desperdiciados.
Era el rincón donde se escondían los sentimientos inútiles... porque como sabréis, almas de niño, tiene que haber un sitio para todo.
En cada cajón secreto de cada habitación, se hallaba una carta borrosa y salada por lágrimas secas.
Yo llegué allí después de un naufragio y ahora no puedo usar la tecla espacio.
La carta que había en mi cajón, dice así:

"Yo soy tu amiga. Te quiero porque he aprendido a mirarte mas allá de tus defectos y porque nunca he dejado de observar lo grande que puedes llegar a ser cuando te soplan vientos favorables.
Estoy a tu lado, me gusta apoyarte y me gusta decirte lo valioso que eres, (por si se te olvida que tiendes a ser desmemoriado en eso), y además me gusta, cuando me dejas estar contigo y compartir cosas, porque haces que me lo pase bien y me siento una privilegiada de que cuentes conmigo.
Así de importante eres para mí. 
Yo no espero nada a cambio de todo ésto, porque es algo que sale de dentro, es sincero, pero al igual que consigues hacerme reír, también consigues hacerme llorar.
Cuando te cuento algo, te lo cuento abriéndome a ti, enseñándote lo genial, lo ruin, lo equivocada, lo injusta o lo tonta que soy dependiendo el momento, y no espero de ti una aprobación ciega ni una palmada en la espalda, sólo pido que no me hieras.
No puedo pretender que valores mi amistad ni mucho menos que la correspondas y tampoco que te interesen mis historias.. tendré que evitarlas, tu no perderás nada y yo me ahorraré disgustos.
Hoy me has hecho llorar.
Para ti no tendrá importancia, pero para mí es muy triste e injusto.
Es como arrancarme el pulgar."

No sé de quién sería... pero me cayó bien.

1 comentario:

eli dijo...

Felicidades yoli!!