domingo, 13 de enero de 2013

Errores



Me encontré a una niña en la calle. No estaba sola pero ella me agarró la mano y aunque me daba cierta repelencia su contacto tan tierno y ese olor agrio que deja la leche reseca en la ropa, su mirada me convenció desde un principio. Tenía esa forma de mirar que tienen los gatos... curiosa y, de todos es bien sabido, que a mi los felinos me apasionan.
Cuando vi que nos alejábamos como diez metros de la reunión de adultos en la que me la encontré, paré y volví la mirada. Nadie decía nada... y la niña daba pequeños tirones de mi abrigo de paño negro, insistiendo en que siguiéramos caminando. Y eso hicimos, yo dando zancadas largas y la niña, alegre, dando pequeños brincos.

Llegamos a mi casa, como siempre, lo primero que hago es ir a mi habitación y sacarme una bota con la ayuda de la otra... y la otra con la ayuda del pie, me desnudo y me pongo el pijama... y caigo en la cuenta que no estoy sola, la pequeña ojos de gato esta sentada en mi cama observándome detenidamente, ¡que pasmo de cría!.
Al mirarla bien algo me extrañó, ella también iba en pijama... ¿lleva todo el tiempo así? y si no... ¿de dónde lo sacó? en mi casa no hay pijamas para niñas de 4 años...
La miro intrigante, manteniendo la mirada durante unos segundos y ella me lanza una sonrisa de oreja a oreja en la que descubre que se le han caído los dos incisivos superiores, eso me hace olvidar mis intrigas y me contagia la risa. Huele mal pero parece una chica lista.
Como sentía hambre me lío en la cocina a preparar algo rápido, un hot dog o un sándwich vegetal. Abro la nevera y veo que tengo lechuga y comienzo a trocearla, la niña minina se mete entre mis piernas a curiosear que es lo que hago, de nuevo me hace reír, no me incordia, solo intenta observar lo mas cerca posible mis movimientos.
Preparo dos sándwiches y me dirijo al salón, enciendo la televisión y me siento en el sillón colocando la comida en la mesa.
Ella no prueba bocado. La miro mientras mastico y ella me imita, mastico... mastica, paro... para.
"Niña flaca come algo"... le digo con la mirada y ella abre la boca al máximo como mostrándome una comida invisible. 
- Debe de ser incomodo eso de estar sin dientes.- Le digo con los carrillos llenos. Ella se pasa la lengua por los huecos.
- Siempre he pensado, -continuo- que cuando a un gato se le caen los dientes, el Ratón Pérez debe de pasar mucho miedo, un gato es un gato y un ratón es un ratón, pero hay obligaciones que no deben de incumplirse por estar asustado, no va a dejar a un gato sin regalo... ¿verdad?- ella ladea la cabeza con un movimiento rápido y seco dándome a entender interés. -Imagino que me darás la razón, si tu fueras un gato no te gustaría perder los dientes para nada.- y me afirma subiendo y bajando la cabeza enérgicamente. Es mona.
Se le escapa un bostezo y se acurruca en el sofá y sin apartarme la mirada, sus ojillos curiosos se van cerrando poco a poco, venciendo a la resistencia que ella pone para evitarlo. Y se duerme.
Me despierta la lluvia golpeando contra los cristales, me duele el cuello, he pasado toda la noche en el sillón... ¡La niña! miro al sofá donde la dejé por última vez y no está. Siento mucha angustia, no quiero perderla, ¿dónde está? ¿dónde está? ¿DÓNDE ESTÁ?. La busco por todos lados y nada, ha desaparecido. No puede ser un sueño, ha sido real, estoy segura... no estoy loca. 
Comienzo a llorar desconsolada, la echo mucho de menos, quiero que me observe, que me sonría como el gato de Alicia, con la boca por fuera de la cara, quiero volver a verla dormir.
Me acerco a la nevera a beber un poco de agua, tengo la boca seca. 
Hay un dibujo sujeto por un imán, eso no estaba ahí...
Lo primero que me llama la atención del dibujo es los ojos de un bebé, curiosos... está enroscado sobre si mismo, voy ampliando la visión y veo que está en el vientre de su madre. La madre... soy yo.
Cojo el dibujo, me vuelvo al sofá y me hago un ovillo, suelto lamentos fantasmales mientras me mezco abrazada al papel y repitiendo la misma frase una y otra vez...
"Necesito otra oportunidad, necesito otra oportunidad, necesito otra oportunidad..."

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