Hoy es un día de estos en los que los amigos lo toman como día libre.
Al principio, cuando me di cuenta, me asusté mucho... ¿qué haría ahora?
Tal como me iban pasando cosas que me lo iban demostrando... mas miedo tenía y...
no sabía donde meterme y... no encontré ni un mugriento tonel donde recogerme.
Entonces, decidí esconderme dentro de las ropas de alguien que, sin miedo a su desnudez,
las dejó en mi camino tirada, toda una suerte para mi, porque mis ropas me delataban.
Así, que dentro de este traje, me siento mucho mejor... y además, tengo la oportunidad
de encontrarme a los amigos de su anterior dueño y los tomaré prestados
les saludaré con un -¡hola!... tampoco voy a abusar, si mañana sigo aquí, pues ya...
para mañana quizás, no sea demasiado pronto pedirles un beso.
A mis amigos, les diré, que cuando vuelvan de sus vacaciones a retomar
este duro trabajo que es la amistad, el beso de cada día...
se los iré guardando en diferentes sitios, para después entretenernos
y junto a un mapa, jugar a salir a encontrarlos... como si fueran tesoros.
También puede ser, que mis amigos ya no quieran volver...
Entonces el mundo se llenará de besos escondidos.
Posdata: Para mi amigo perdido.
1 comentario:
Para, de alguna forma, combatir la tristeza de los amigos que puedan estar ausentes, recuerda que hay amigos que siempre, incluso en la distancia física y a través del tiempo, siempre están presentes...
y yo soy uno, Yolandi(ta)
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