Disfraces para tapar lo que somos
durante una noche mágica.
Los de atuendos mas caros y presuntuosos
juegan al escondite inglés,
estatuas estáticas...
Los de vestuarios contrahechos,
en la mesa del altruismo,
juegan a un monopoly grasiento,
compensados...
Los de uniforme,
bailan ritmos de libertad,
enrojecidos...
Los clérigos y novicias, se casan con el deseo
entre confesiones en el aseo,
sudor y desenfreno.
Y en lo alto de la escalera... los niños
mirando con vista de pájaro la bacanal...
Mientras...
Baco moja en su vino las galletas Príncipe.