Los salones de la risa vacíos

Ya no hay trato
se rompió el saco
una lastima, pero no existe el remiendo que cosa roturas tan camicazes
intentas achicar aguas
y terminas ahogándote, y cuando no te mojas te llueven los paraguas, y lo peor es que volvemos a tropezar con la misma piedra cada día. Gracias a quien nos enseño a levantarnos, porque sin esta sapiencia nos envolvería el lodo y no siempre tenemos que perder los perdedores...donde quedaría si no la excepción que confirma la regla. Antes hasta me gustaba romper los patrones, pero ahora ya tampoco le veo sentido...quien me entienda que me compre
y pasa la noche y llega el día
y acabas revolviéndote en las horas esperando algo que sabes que no va a llegar y que quieres que no llegue, pero te engañas y crees que es posible que tu des el palo esta vez, que no se repita la espera de otros días, y que hoy con un no, la miseria se de por vencida.
y aun tienes fuerzas para estar aquí
con el frío y la lluvia en tu ciudad que amanece lenta, y aunque la ilusión este depositada en el basurero hecha añicos, aun expiras la voluntad de contar tu mal, para que nadie lo entienda, pero que al leerlo te sacia el mártil que todos llevamos dentro...
y ves los salones de la risa vacíos
salones que antes pedían que te quedaras, pero que estropeamos a posta, para acercar los procesos de desintoxicación. La gente va y viene, sale y entra de nuestras vidas... pero algunos traen el calzado sucio y dejan huellas, pero no encuentras el bote de lejía que limpie los restos de los momentos tan eternos y a la vez tan cortos y pasajeros, ni el cortarte puede hacer que la sangre brote, ahí es donde empiezas a convertirte en fantasma, y luchas por tener la fuerza de esconderte tras tu sabana, pero las horas borran el dolor y los castillos en el aire...una sola sonrisa te derriba tu muro de salvamento y de nuevo vuelves a la intemperie....quien me entienda que me compre
ya el cielo despide luz
y mi almohada me espera desolada, seca para que yo la moje, pero hoy no lo voy a hacer, las lágrimas me las tragare con mi orgullo, el que perdí por gilipollas, por creer en la sinceridad, traicionera sinceridad que te deja a flor de piel las debilidades, mala cosa mostrarte como eres, quien me entienda que me compre.