La inspiración perdida de un poeta,
apuesta en las carreras...
El bohemio evolucionó en un loco.
Melancólico con faltas de ortografía,
le pega pellizcos al cristal,
dejando churretes con rimas.
Sus ojos le miran escupiéndole de todo,
abriendo y cerrando las pupilas.
Porque la luna llena está cantando un blues.
Y en su habitación con camisa de fuerza,
troba versos a la mas sorda de las estrellas,
ignorante de su mal y de su exilio,
porque es la última musa que le queda.
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